Una primera reflexión sobre el Humanismo cristiano

Nos movemos en las mismas contradicciones del hombre de hace 200 años. La llegada de este sistema de capital ha desbordado todos los límites de lo permisible. Ahora nos sentimos no solos arrinconados con la capacidad hostigadora de las mismas leyes naturales, veamos que bien nuestra hermana muerte cumple su trabajo, aunque el amor es mas fuerte que la muerte (cantar de los cantares); ahora también nos vemos instigados por las mismas leyes de este sistema absurdo que ha prometido al hombre liberta, legalidad, hermandad, pero es claro que la libertad es la capacidad de adquirir algo así no lo necesitemos, legalidad es poder pagar por ello así la plata no sea bien habida y así el propósito de tener ese algo vaya mas allá de lo moral y éticamente valido, y la hermandad, eso si no se que sea, quizás sea el único concepto aún etéreo, por que de una manera u otra todos somos seres humanos, con anhelos, sufrimientos, creencias, amores y pesares. Lo único que cambia en este sistema es la forma como cada uno trata de llenar ese vacío tan grande que significo en el hombre sacar de su corazón esas palabras que le permitían acercarse a ese amor infinito y creador.

La próxima vez que estés triste pregúntate si eres en realidad feliz. Solo hay un camino, y el primer paso en ese camino se da en un órgano extraño llamado corazón.