martes, 2 de febrero de 2010

Una segunda reflexión

Si todas las instituciones existentes se sienten llamadas a generar estilos de vidas en las personas que las enmarquen en un estilo de vida en la que ellas mismas sientan que no hacen parte de la realidad presente y que les corresponde un lugar en un mundo mejor que no es el actual por lo que no es su deber ayudar a su entorno a ser mejor entonces esas instituciones no deben de existir o deben de reflexionar el sentido mismo de su existencia. Toda institución humana debe de fomentar en el hombre el sentido de propósito en su vida, pero un propósito en el cual la persona sienta que cuando ella ya no esté el mundo será mejor que cuando el estuvo, esto es, un sentido puramente social con perspectiva de futuro, de un futuro mejor.

Que la gracia de Cristo nos incite a una mejor vida. Amén

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