viernes, 13 de noviembre de 2009

El espíritu de la conferencia de Medellín

El próximo año se celebra 30 años del magnicidio del Monseñor Oscar Romero, un obispo que supo rescatar el espíritu evangélico de las conferencias que se desarrollaron en la década de los 60-70 en torno a Latinoamérica y que tenían como tema de fondo el siguiente: Es posible ser cristiano en un mundo donde los ricos nos explotan de la manera que lo hacen?, donde la vida vale lo que se tiene?. Un compañero de viaje, Camilo Torres, también tuvo que afrontar esta pregunta que hasta ahora no ha tenido una respuesta que cambie la estructura social en que vivimos; espero no comprometerme mucho al decir que los dos son héroes, Camilo con su sotana, sobrio, académico, reflexivo, solo quería lo mejor para su pueblo, y después de haber visitado los países bajos quizás pudo notar que algo fallaba en la estructura del mundo. Pero personalmente prefiero a Romero que supo ser fiel a los valores del evangelio con la suerte de que el único instrumento de muerte que toco su cuerpo sello su destino en esta vida y en la otra.

Dios tenga a ambos en su amor, y que sus experiencias nos permitan reconocer que es posible luchar por la vida desde la vida, la muerte siempre hace su trabajo, pero que cuando abandonemos este cuerpo mortal tengamos la suficiente gracia como para alcanzar promesas mayores, como "que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es." (I Juan 3,2) En la promoción de la vida somos coautores de la misma, hechos a semejanza de Dios con la impronta de poder llegar a ser amor.

Bendiciones a latinoamerica.

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