jueves, 5 de noviembre de 2009

El fin del catolicismo sociológico

Esta época va a ser histórica al corresponder al tiempo de muerte del catolicismo sociológico, esto es, la muerte del legado religioso impuesto como una conducta de buena costumbre llevada a lo largo de la vida como una carga incomoda, ejemplo típico seria aquellos borrachines que tapaban el crucifijo con la tapa de botella para que el Señor no viera lo que hacían. Afortunadamente Nietzche no fue el humano, demasiado humano, como para presentir que la muerte del esquema de valores tradicionales generaría una generación de personas mas arriesgadas a entregar su juventud y su vida por que esos valores brillaran con la fuerza suficiente como para hacer valer la redención que del Señor recibimos. Ahora se logra ver cuantos llegarán a tener el privilegio de esperar hasta el final para recibir la corona que es la vida. Nietzche fallo al pensar que Cristo negaba su vida por el reino de los cielos, ahora tenemos la fortuna de saber hasta los cristianos mas folclóricos, entre los que me incluyo, que Cristo mostró que su vida era un solo propósito: entregarse a los otros. Se sigue entregando en los altares de manera que aunque el "dios" de Nietzche murió, nuestro Señor es cada vez mas presente en las personas que abogan por la libertad de seguirlo, su vida fue una confirmación absoluta de lo que anuncio desde la víspera: que era mejor que partiera para que nuestra alegría fuera completa al recibir el Paraclito. Yo se, suena raro, por eso nuestro amigo no lo pudo comprender, por que su superhombre fue una invención que confirmo lo autentico del modelo de vida cristiano: solo la humildad verdadera es capaz de generar en las personas la caridad plena. Todavía hay camino por recorrer, ya dejamos atrás la tumba de Nietzche, la invitación sigue vigente, nuestra patria celestial todavía nos espera

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